Afganistán. La espantada de Obama

por Manuel Coma, 28 de junio de 2011

 

(Publicado en La Razón, 27 de junio de 2011)
 
¿Cuál fue la herencia de Obama?
 
Obama participó en el juego de que Afganistán era la guerra buena y llegó al poder cuando la mala de Irak estaba siendo ganada, mientras que la insurgencia islamista en Afganistán cobraba impulso, por lo que le tocó aumentar las fuerzas en el país centroasíatico. En diciembre del 09 anunció UNA estrategia de contrainsurgencia, destinada a alcanzar la autosuficiencia del país en seguridad y el afianzamiento de su gobierno y constitución, y para ponerla en práctica envió 33.000 efectivos más, que no se completaron hasta el verano del 10, momento en que se alcanza un total de 100.000.  Anunció también que la retirada comenzaría en Julio de este año. Se desató entonces un tira y afloja en Washington para reducir al mínimo esa espada de Damocles a plazo fijo, consiguiendo establecer que los ritmos de repliegue dependerían de las condiciones sobre el terreno.
 
¿Qué pasa con el nivel de tropas?
 
Cuando se esperaba una reducción más bien simbólica y de no combatientes, el pasado 22 Obama anuncia la retirada de 10.000 para final del año, y de los 23.000 restantes de aquel aumento en el verano del 2012, es decir, en plana campaña de elecciones presidenciales. La izquierda demócrata, disgustada ya con las concesiones que su líder ha hecho a los republicanos desde su gran victoria en el Congreso en las pasadas elecciones de medio mandato, ha rechinado los dientes, porque les parece muy poco electoral e ideológicamente. Los republicanos que apuestan por una victoria, consideran que pone en peligro todo lo logrado hasta ahora, que es verdaderamente importante. Los militares se han cuadrado, pero no han ocultado que no es lo que querían.
 
¿Cuáles son los motivos de Obama?
 
El electoral es obvio y no se pone en duda ni a derecha ni a izquierda. Su justificación es otra cosa. Basándose en lo logrado, y silenciando que es “frágil y reversible” además de incompleto, ha declarado que los objetivos se están consiguiendo y que por tanto se puede proceder a la reducción.
 
¿Qué pasará con los aliados?
 
Puede muy bien imponerse la lógica de “tonto el último”, de la que ya hay algunos indicios.
 
¿Qué harán los Talibán?
 
Pueden, como ETA, aflojar la presión para facilitar la salida, o aumentarla sobre los más endebles para precipitarla. ¿Será esta la explicación del atentado contra nuestras tropas?