Artículos: Oriente Medio

Quien quiera que acabe echando de Raqqa al Estado Islámico no lo expulsará de entre nosotros. Máxime si son tropas shiis o ateos rusos.

El Islam es tanto más una ideología que una religión, de allí la incapacidad para entender su versatilidad a la hora de configurar escenarios violentos o inestables.

La motivación de estas actuaciones segadas de la UNESCO se basa en una gran mentira: que el Gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu está alterando el statu quo de la Explanada del Templo.

Aunque los occidentales estemos empecinados en recrear la Siria que conocíamos, aunque para ello sea necesario un diálogo político y una transición que ponga fin a la era de Bashar al-Ásad, Siria ha dejado de existir hace años

Los líderes salafistas y yihadistas buscan a musulmanes que públicamente han cometido pecados graves para convencerles que han pecado gravemente y que están condenados al infierno y que sólo pueden redimirse haciendo Yihad, pues al morir combatiendo por Alá reciben el premio de ir directamente al Paraíso.

Un año después, Mogherini puede mostrar sus satisfacción en las redes, a falta de algo real y práctico que vender desde ese monstruo burocrático que es la UE, una Torre de Babel en progresiva descomposición. Obama puede también mostrarse contento. Al fin y al cabo, lo que ha hecho es pasar el problema al siguiente presidente. Y a todos nosotros. Un año después, todo está mucho peor de lo que decía. Mucho peor de lo que debería ser.

Atacar hospitales, teatros, y parques de atracciones demuestra la bajeza moral de los yihadistas. No son amenazas de pendencieros bravucones. Es larguísimo y extenso el historial criminal de estos islamoterroristas.

Oriente Medio no está en un estado de evolución, sino de caos. La tarea de poner algún tipo de orden, o de crear uno nuevo, es abrumadora.

Contar con la experiencia antiterrorista de Israel puede redundar en una mayor capacidad para enfrentarse y vencer al yihadismo en suelo europeo.

The relations between Saudi Arabia and Iran have been conditioned by many factors, from the religious divide between Shia and Sunni interpretations of Islam to the regional role played by external forces, such as the US. We are currently witnessing the collapse of the traditional Middle East order, most dramatically in Syria.